sábado, 15 de diciembre de 2012

Discursos sobre la libertad: Ignacio Manuel Altamirano

Nació en Tixtla, Guerrero, el 13 de noviembre de 1834. Su padre Francisco Altamirano fue dos veces alcalde de Tixtla y su madre Gertrudis Basilio era muy religiosa. De origen indígena, hasta los catorce años pudo asistir a la escuela –entonces ni siquiera hablaba el español- bajo la protección de Juan Álvarez. Sin embargo, tuvo notables avances que hicieron que años después lograra una beca para escolares indios, lo que lo condujo a estudiar en el Instituto Literario de Toluca, en el que fue alumno de Ignacio Ramírez, de quien recibió una notable influencia. El 20 de julio de 1852, a la edad de diecisiete años, mientras estudiaba en ese Instituto, se reveló como luchador social liberal al publicar su periódico “Los Papachos”, en el que propagaba sus ideas sociales y liberales; entonces, su único colaborador era el estudiante y poeta Juan A. Mateos. Fue bibliotecario del propio instituto, tras lo que partió a estudiar leyes en el Colegio de San Juan de Letrán, gracias al apoyo del hacendado vasco Luís Rovelo.
Envuelto en las doctrinas liberales, Altamirano tomó parte en la revolución de Ayutla, en la guerra de Reforma y en la lucha contra la intervención francesa en México. Durante la intervención francesa fue nombrado por Juárez como coronel auxiliar de infantería y operó en la zona de Cuautla bajo las órdenes del general Francisco Leyva. En 1866 derrotó en Puente de Ixtla a las fuerzas de Abraham Ortiz de la Peña. El 18 de enero de 1867, atacó Cuernavaca y derrotó a las fuerzas imperiales al mando de Lamadrid. Participó heroicamente en el sitio de Querétaro y volvió a la vida civil con el grado de coronel.
Altamirano también dedicó muchos de sus esfuerzos a la educación y la creación de centros culturales. Perteneció a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística; como defensor de la enseñanza laica, fue profesor en las escuelas Nacional Preparatoria, de Comercio, de Jurisprudencia y la Nacional para Maestros. Además fue director del Liceo Hidalgo.
También fundó, junto a su maestro Ignacio Ramírez, la Sociedad de Libres Pensadores; promovió la Sociedad Gorostiza de autores dramáticos, la Sociedad de Escritores Públicos y la Sociedad Nezahualcóyotl.

Su amplia obra literaria incluye materias y géneros tan distintos como la poesía, la novela, los discursos, la historia, los cuadros de costumbres, el periodismo, y los estudios de crítica e historia literaria.

-Presentación
-Contra la amnistía
-Revisión de actos del ejecutivo
-Restablecimiento de las garantías constitucionales
-Democracia y libertad
-Sobre la independencia de México
-Precisión en las interpelaciones de los secretarios de Estado
-Los derechos individuales 




domingo, 12 de febrero de 2012

"Esto no es mágico, esto es ciencia… hay matemáticas, hay astronomía, biología, química, física, ¡No hay magia, hay conocimiento!…

"Esto no es mágico, esto es ciencia… hay matemáticas, hay astronomía, biología, química, física, ¡No hay magia, hay conocimiento!…Al estudiar al mundo indígena actual, nos llevamos una sorpresa: ¡No tienen dioses! El único elemento al cual se respeta en el mundo indígena no cristiano es Ometeotl: el padre y madre de todo lo que existe. De ahí en fuera, todo lo demás son los elementos de la naturaleza actuando. ¿Por qué los representan con figuras humanas?: Por que es como los sentimos los seres humanos. Para mi fue una especie de “baño de agua fria” cuando, haciendo las tareas que nos dejaban en etno-historia, se me ocurrió preguntar en la sierra que si Tlaloc era el dios de la lluvia: se carcajeaban de mi los indígenas: —¡Tlaloc es la lluvia que te esta mojando!—. Por que eso quiere decir, “tlalli” es tierra y “octli” es licor. El “licor de la tierra” no es ningún dios: ¡Es la lluvia! Ehecatl, no es el dios del viento, ¡Es el viento que sentimos! Tonatiuh no es el dios del sol, es la fuerza del sol, el calor del sol, la luz del sol, esa misma luz que llega a las plantas y hace trabajar la fotosíntesis, ese mismo calor de sol que nos toca en la piel y produce vitamina E. No es algo numénico, es algo natural.¡Aquí no hay magia, aquí hay conocimiento! El que tenga oídos, que escuche."Mtro. Arturo Meza Gutiérrez